TEMPLO DE SAN FERNANDO
El crecimiento que experimentó el Puerto de Guaymas, hizo necesario erigir un templo más amplio para lo cual desde 1845 se había formado un grupo para la colecta de fondos denominada “Junta Piadosa de Guaymas ”, integrada por personas de influencia como: don Fernando Cubillas Yñigo-Ruiz, don Cosme D. Echeverría y don Juan Alfredo Robinson Warne.
El párroco don Vicente Oviedo se ofreció a interceder con el Vicario Juan Francisco Escalante para que solicitará el permiso de demolición con el Obispo Don Lázaro de la Garza y Ballesteros, residente en Culiacán, sede de la diócesis.
El obispo dio su consentimiento el 21 de febrero de 1850 para que se vendiera el terreno ocupado por la capilla imponiendo cuatro condiciones:
a). Que se destinara el producto de la venta a la parroquia que se planeaba.
b). Que los edificios que se construyeran en el terreno de la capilla, no fueran civiles como: carnicerías, vinaterías o cosa semejante.
c). Que la nueva casa tendría que llevar una cruz según lo convenido en el Concilio de Trento, capítulo 5, sección 21 de reformas.
d). Que al destruir o derrumbar la capilla todo el material servible fuese empleado en la nueva iglesia.
El 1 de Diciembre de 1878 arribó a Guaymas abordo del vapor Newbern, el francés Alphonse Louis Pinart y describe al templo de San Fernando de la siguiente manera: "La iglesia empezada hace años lejos de estar acabada se cae de vetusta y los zopilotes hacen nidos en sus paredes."
Cinco años después, el periódico " El Sonorense" de Junio 2 de 1883, nos dice que las cosas no habían cambiado y el Templo todavía conservaba su mal aspecto:
Muy adelantados están los trabajos de nuestra plaza principal concluido que sea este paseo puede asegurarse sea el más hermoso de Sonora.
Falta para dar mayor lucidez a nuestra plaza que sea concluido el templo cuyos muros presentan hasta hoy un aspecto desagradable y el reloj que se encargó para la iglesia ¿cuándo lo veremos ?."
En 1884 se inician los trabajos de reparación en el templo de San Fernando, con el objetivo de darle un aspecto menos ruinoso.
En Junio de 1886 se iniciaron la construcción de la torre Norte, el trabajo estuvo a cargo del Ingeniero Eduardo Gaxiola Lamadrid y fue terminado en 1890.
Datos fidedignos proporcionados por la Sra. Gertrudis Von Borstel Ainza de Mendoza, nos dan a conocer lo siguiente: "Cuando yo iba a ofrecer flores en Mayo de 1897, la iglesia nomás tenía una Torre y en ese año se le quitó el techo que era de troncos de palmera y carrizo, para construir el que ahora tiene pero con una cúpula baja ". Estos trabajos se realizaron siendo párroco Guillermo Esparragoza.
En la primera década del siglo XX, en 1905 siendo párroco el Presbítero Angel María Barceló, se iniciaron los trabajos de la construcción de la torre Sur, misma que fue terminada en 1909.
El 28 de Noviembre de 1919 es colocada en el Templo de San Fernando la urna que contiene los restos del General José María Yánez Carrillo, defensor de Guaymas en la jornada gloriosa del 13 de Julio de 1854.
En este mismo año de 1919, siendo párroco el Presbítero José B. Encinas se inició la construcción de la cúpula del templo, a Doña Guadalupe Rivas de Marcor se le hizo el encargo de comprar los vitrales, los cuales fueron adquiridos en la Ciudad de México.
Ante la falta de recursos para continuar con los trabajos de construcción de la cúpula, el H. Ayuntamiento de Guaymas, se hace cargo de los trabajos el 25 de noviembre de 1921. El Templo de San Fernando cerró sus puertas durante la persecución religiosa de 1931 a 1937 y fue utilizado por un tiempo como sitio de reunión de los llamados "camisas rojas".
Al abrirse de nuevo al culto, se nombró párroco al Presbítero Francisco Navarrete y Guerrero, quien aparte de restaurar el templo, también restauró la vida espiritual del pueblo de Guaymas.
El Párroco Pedro Ramírez Vázquez se dedicó de lleno a concluir la torre Sur, la cual no había sido enjarrada en su parte inferior y se había deteriorado con el paso de los años.
En mayo de 1969 se hizo cargo del Templo de San Fernando el Presbítero Arnoldo Ramírez Vélez, quien pavimentó el atrio, colocó el cerco perimetral del mismo, cambio las bancas en su totalidad, construyó las banquetas de las calles 24 y 25, se cambiaron algunas puertas que se encontraban en mal estado.
En 1990 también durante la gestión del párroco Arnoldo Ramírez Vélez. se reforzó el piso con pilotes de concreto desde el altar mayor hasta la nave central, se cambió el piso de mosaico por mármol, se construyeron los altares de la Virgen de Guadalupe y la Virgen del Carmen.
En mayo de 2004 la sección de la calle 24 entre las avenidas Alfonso Iberri y Francisco Navarrete y Guerrero ( antes XV-E) se convirtió en peatonal con lo que se unieron el templo de san Fernando y la plaza 13 de julio.
El día 4 de septiembre de 2009 se colapsó la cúpula como consecuencia de la humedad que se presentó tras más de 27 horas continuas de lluvia por la presencia del huracán / tormenta tropical Jimena que azotó a nuestra ciudad.
NOTA: información tomada del portal del Sr. Mauro Barron Robles.